¿Cómo funciona un sistema de gestión de contenidos (CMS)?
Imagínate que trabajas en un periódico o una revista. Tu audiencia siempre está buscando noticias de último momento y temas de actualidad, por lo que tú y tu equipo deben producir contenidos nuevos todos los días.
Pero este proceso de creación es complejo y, para cada nuevo contenido, es necesario crear la estructura técnica completa de la página. Para empeorar las cosas, cada actualización debe realizarse manualmente.
En tal escenario, ¿te imaginas lo caro y tardado que sería este trabajo? Sería insostenible como negocio, en términos de tiempo y dinero.
Además, suponiendo que pudieras mantener el proyecto en marcha, la necesidad de contar con profesionales altamente capacitados y con los conocimientos técnicos necesarios también podría limitar en gran medida la aparición de nuevos negocios.
Afortunadamente, nuestra realidad es bastante diferente. Para solucionar este tipo de problema estructural y operativo, se creó el CMS.
El concepto de CMS representa, en la mayoría de los casos, software libres, creados y difundidos por programadores de todo el mundo, en el que una persona puede crear su sitio web, blog y otras opciones, con extrema facilidad.
Y cuando usamos la expresión “la mayoría de los casos” es porque aunque las principales opciones del mercado (de las que hablaremos más adelante) son gratuitas, también existen opciones pagas.
Uno de los mayores beneficios del CMS es su facilidad de uso que te permite concentrarte más en la estrategia y menos en la parte operativa.
Es decir, el usuario no tiene que preocuparse por la parte técnica de la creación. Solo necesita alimentar una base de datos, de forma sencilla y rápida, con el contenido que quiere publicar.
Todo los contenidos se administran de forma eficiente, pues la estructura está diseñada para garantizar un mejor desempeño de las páginas, una buena experiencia de usuario y, además, para darnos la posibilidad de escalar el sitio sin problemas en el futuro.